ARTE AL-ÁNDALUS
RASGOS GENERALES
Los musulmanes crean un arte propio e inconfundible que se caracteriza por la fusión de rasgos clásicos, bizantinos o persas logrando originales síntesis.
La ciudad será el núcleo principal de la civilización islámica. Se sitúa en lugares estratégicos y su trazado es irregular con calles estrechas y tortuosas. El corazón de la ciudad es la Medina, recinto amurallado donde están los edificios oficiales y de uso colectivo: la Mezquita Mayor o Aljama, el Palacio o Alcázar, el mercado o zoco y los baños.
Las casas musulmanas son intimistas con un patio interior y apenas huecos entre las calles. Fuera de las murallas se sitúan los arrabales (barrios humildes y autónomos), oratorios al aire libre y cementerios. Alrededor de la ciudad se extendían zonas de huertas y casas de campo.
Los edificios suelen ser de poca altura, integrados en el paisaje o en el laberíntico trazado urbano. Muestra gran sobriedad exterior reservando el lujo para los interiores. Se utilizan materiales pobres (ladrillo, madera o yeso) con un predominio de los volúmenes geométricos de contenido simbólico destacando el cubo y la esfera.
Los soportes son muros gruesos, columnas o pilares. Emplean gran cantidad de arcos destacando el de herradura (herencia visigoda) y otros como el peraltado y polilobulado.
Las cubiertas también son variadas usando techumbres planas o abovedadas y siendo singular la de Córdoba con la bóveda califal o de nervios que se cruzan en el centro.
La decoración en interiores es abundante y repite una temática de motivos vegetales (ataurique), cintas entrecruzadas (lacerias) alicatados e inscripciones en escritura cúfica (recta) o nasjí (cursiva). El Corán no prohíbe directamente la representación de imágenes, pero tampoco fomenta los temas figurativos, sobre todo en el arte religioso. Así la escultura es escasa apareciendo tan solo en ámbitos cortesanos o civiles.
ETAPAS DEL ARTE ANDALUSÍ
La historia de Al-Ándalus se inicia con el emirato dependiente, que pasa a ser independiente con Abderramán I y termina con la disgregación del califato en reinos taifas, coincidiendo su apogeo con el mandato del califa Abderramán III en la Córdoba del siglo X.
·ARTE CALIFAL
Toma elementos del arte romano y visigodo, con construcciones que se superponen sobre los edificios anteriores, utilizando materiales como columnas, capiteles, etc de antiguos monumentos hispánicos. Se asumen los sistemas constructivos romanos y adoptan el arco de herradura visigodo, enmarcado por una moldura o alfiz. Del arte bizantino recogen el lujo y el colorido de los mosaicos y con todo ello se crea un arte de gran belleza y originalidad cuya influencia se extenderá por el norte de África.
·ARTE REINOS TAIFAS
La debilidad del poder y la escasez de medios económicos incitará a los reinos taifas a emular la fastuosidad califal con apariencias de suntuosidad, en las que la solidez constructiva se sustituye por una gran riqueza decorativa, realizada con materiales pobres como el yeso. Los arcos se complican y entrecruzan y los muros se cubren con lacerías y atauriques logrando lujosos efectos. De esta etapa hay que destacar las alcazabas de Málaga, Almería y Granada.
Los musulmanes crean un arte propio e inconfundible que se caracteriza por la fusión de rasgos clásicos, bizantinos o persas logrando originales síntesis.
La ciudad será el núcleo principal de la civilización islámica. Se sitúa en lugares estratégicos y su trazado es irregular con calles estrechas y tortuosas. El corazón de la ciudad es la Medina, recinto amurallado donde están los edificios oficiales y de uso colectivo: la Mezquita Mayor o Aljama, el Palacio o Alcázar, el mercado o zoco y los baños.
Las casas musulmanas son intimistas con un patio interior y apenas huecos entre las calles. Fuera de las murallas se sitúan los arrabales (barrios humildes y autónomos), oratorios al aire libre y cementerios. Alrededor de la ciudad se extendían zonas de huertas y casas de campo.
Los edificios suelen ser de poca altura, integrados en el paisaje o en el laberíntico trazado urbano. Muestra gran sobriedad exterior reservando el lujo para los interiores. Se utilizan materiales pobres (ladrillo, madera o yeso) con un predominio de los volúmenes geométricos de contenido simbólico destacando el cubo y la esfera.
Los soportes son muros gruesos, columnas o pilares. Emplean gran cantidad de arcos destacando el de herradura (herencia visigoda) y otros como el peraltado y polilobulado.
La decoración en interiores es abundante y repite una temática de motivos vegetales (ataurique), cintas entrecruzadas (lacerias) alicatados e inscripciones en escritura cúfica (recta) o nasjí (cursiva). El Corán no prohíbe directamente la representación de imágenes, pero tampoco fomenta los temas figurativos, sobre todo en el arte religioso. Así la escultura es escasa apareciendo tan solo en ámbitos cortesanos o civiles.
ETAPAS DEL ARTE ANDALUSÍ
La historia de Al-Ándalus se inicia con el emirato dependiente, que pasa a ser independiente con Abderramán I y termina con la disgregación del califato en reinos taifas, coincidiendo su apogeo con el mandato del califa Abderramán III en la Córdoba del siglo X.
·ARTE CALIFAL
Toma elementos del arte romano y visigodo, con construcciones que se superponen sobre los edificios anteriores, utilizando materiales como columnas, capiteles, etc de antiguos monumentos hispánicos. Se asumen los sistemas constructivos romanos y adoptan el arco de herradura visigodo, enmarcado por una moldura o alfiz. Del arte bizantino recogen el lujo y el colorido de los mosaicos y con todo ello se crea un arte de gran belleza y originalidad cuya influencia se extenderá por el norte de África.
·ARTE REINOS TAIFAS
La debilidad del poder y la escasez de medios económicos incitará a los reinos taifas a emular la fastuosidad califal con apariencias de suntuosidad, en las que la solidez constructiva se sustituye por una gran riqueza decorativa, realizada con materiales pobres como el yeso. Los arcos se complican y entrecruzan y los muros se cubren con lacerías y atauriques logrando lujosos efectos. De esta etapa hay que destacar las alcazabas de Málaga, Almería y Granada.
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