REAL ALCÁZAR DE SEVILLA
Es un palacio fortificado compuesto por zonas de diferentes etapas de la historia.
El palacio original se edificó en la Alta Edad Media, pero se conservan algunos vestigios del arte islámico y de la etapa posterior a la conquista castellana, un espacio mudéjar y otro estilo gótico, y posteriormente se añadieron elementos renacentistas, manieristas y barrocos.
Es el palacio real en uso más antiguo de Europa, ya que es la residencia de los miembros de la Familia Real.
Recibió 1.799.465 visitantes en 2017.
ETAPA ISLÁMICA:
En el 914 los omeyas construyeron una alcazaba con una muralla cuadrangular adherida a la antigua muralla romana de la urbe. La única puerta de acceso conocida a esta alcazaba se encontraba a la altura del número 16 del patio de Banderas y de la que se conserva la jamba norte de un arco. En el interior había algunas dependencias simples adosadas a los muros, como almacenes, caballerizas y cuarteles.
Tras la caída del califato, la aristocracia abadí
tomó el gobierno de la ciudad. Esta realizó una prolija actividad
constructiva. A mediados del siglo XI, la alcazaba se amplió hacia el
sur, duplicando su superficie. Se creó una nueva entrada con un
castillete de control, del cual se conserva una doble puerta de
herradura en la actual calle Joaquín Romero Murube.
En el interior, se construyeron una serie de pequeños edificios y
probablemente hubo un edificio principal, palaciego, en donde
actualmente está el palacio Gótico. En la segunda mitad del siglo XI el
rey Al-Mutamid
amplió la fortaleza hacia el oeste y se construyeron algunos edificios
palaciegos. Este fue el primitivo Alcázar de la Bendición (Al-Mubarak). De las dos alcazabas y del Alcázar de Al-Mutamid solamente quedan algunos vestigios en las murallas.
En el siglo XII los almohades reformaron por completo todo este espacio. Crearon un sistema de murallas que unía el Alcázar con otras fortificaciones hasta el cauce del Guadalquivir. El Alcázar llegaba hasta la torre de Abd el Aziz, situada en la actual avenida de la Constitución. En el interior se construyeron una decena de edificios nuevos y de mayor tamaño. Las murallas del Alcázar pasaron, además, a ser parte de unas nuevas y reformadas fortificaciones para la defensa de la ciudad. Estas obras defensivas culminaron a comienzos del siglo XIII con la construcción de la torre del Oro.
ETAPA CRISTIANA:
Tras la conquista de la ciudad, Fernando III no realizó ninguna actuación en el alcázar. La corte cristiana se estableció durante décadas en los antiguos espacios almohades. Entre 1252 y 1260 Alfonso X aprovechó el espacio del edificio principal para construir el palacio Gótico. Los demás edificios del Alcázar almohade fueron reformados para su posterior uso.
En el siglo XIV, tras el terremoto sucedido en 1356, que afectó gravemente a la ciudad, el rey Pedro I ordenó el derribo de tres edificios palatinos almohades para construir el palacio Mudéjar, que se adosó al palacio Gótico alfonsí.
La construcción comenzó el mismo año 1356 y, según las inscripciones del propio Alcázar, finalizó en 1364.
En 1366 comenzó una guerra civil que enfrentó a Pedro I con su hermanastro Enrique II, que terminó con la muerte de Pedro en 1369, por lo que no parece que hubiera podido vivir en él por mucho tiempo.
A lo largo de la historia, el Alcázar ha sido el escenario de diversos acontecimientos relacionados con la Corona española. Entre 1363 y 1365, como sede de la corte castellana, fue visitado por los diplomáticos de la corte de Granada Ibn Jaldún, filósofo, e Ibn al-Jatib, cronista y poeta, para firmar un tratado de paz con el rey don Pedro.
En 1367 el príncipe de Gales envió a los diplomáticos ingleses Neil Loring, Richard Punchardoun y Thomas Balastre a este Alcázar para encontrarse con don Pedro y cobrar unos pagos.
En 1477 los Reyes Católicos llegaron a Sevilla, utilizando el recinto como aposento, y un año después, el 14 de junio de 1478, nació en el palacio su segundo hijo, el príncipe Juan. Se conoce que este parto real fue asistido por una partera sevillana conocida como "la Herradera" y que contó con la presencia, como testigos designados por el rey Fernando, de Garci Téllez, Alonso Melgarejo, Fernando de Abrejo y Juan de Pineda, según marcaban las normas castellanas, para disipar la menor duda de que el hijo era de la reina. En 1526 se celebró en el Alcázar la boda de Carlos I con su prima Isabel de Portugal.
En 1823, con motivo de la intervención militar de los Cien Mil Hijos de San Luis, la familia real, con Fernando VII a la cabeza, residió en Sevilla durante dos meses, en los que el Alcázar sirvió de residencia real. Coincidiendo con esta estancia real, el 17 de abril de 1823 nació en la ciudad, el infante Enrique de Borbón y Borbón, hijo del infante Francisco de Paula de Borbón y Luisa Carlota de Borbón, y al que el rey Fernando VII le concedió, algunos días después de su nacimiento, el título de duque de Sevilla.
El palacio original se edificó en la Alta Edad Media, pero se conservan algunos vestigios del arte islámico y de la etapa posterior a la conquista castellana, un espacio mudéjar y otro estilo gótico, y posteriormente se añadieron elementos renacentistas, manieristas y barrocos.
Es el palacio real en uso más antiguo de Europa, ya que es la residencia de los miembros de la Familia Real.
Recibió 1.799.465 visitantes en 2017.
ETAPA ISLÁMICA:
En el 914 los omeyas construyeron una alcazaba con una muralla cuadrangular adherida a la antigua muralla romana de la urbe. La única puerta de acceso conocida a esta alcazaba se encontraba a la altura del número 16 del patio de Banderas y de la que se conserva la jamba norte de un arco. En el interior había algunas dependencias simples adosadas a los muros, como almacenes, caballerizas y cuarteles.
En el siglo XII los almohades reformaron por completo todo este espacio. Crearon un sistema de murallas que unía el Alcázar con otras fortificaciones hasta el cauce del Guadalquivir. El Alcázar llegaba hasta la torre de Abd el Aziz, situada en la actual avenida de la Constitución. En el interior se construyeron una decena de edificios nuevos y de mayor tamaño. Las murallas del Alcázar pasaron, además, a ser parte de unas nuevas y reformadas fortificaciones para la defensa de la ciudad. Estas obras defensivas culminaron a comienzos del siglo XIII con la construcción de la torre del Oro.
ETAPA CRISTIANA:
Tras la conquista de la ciudad, Fernando III no realizó ninguna actuación en el alcázar. La corte cristiana se estableció durante décadas en los antiguos espacios almohades. Entre 1252 y 1260 Alfonso X aprovechó el espacio del edificio principal para construir el palacio Gótico. Los demás edificios del Alcázar almohade fueron reformados para su posterior uso.
En el siglo XIV, tras el terremoto sucedido en 1356, que afectó gravemente a la ciudad, el rey Pedro I ordenó el derribo de tres edificios palatinos almohades para construir el palacio Mudéjar, que se adosó al palacio Gótico alfonsí.
La construcción comenzó el mismo año 1356 y, según las inscripciones del propio Alcázar, finalizó en 1364.
En 1366 comenzó una guerra civil que enfrentó a Pedro I con su hermanastro Enrique II, que terminó con la muerte de Pedro en 1369, por lo que no parece que hubiera podido vivir en él por mucho tiempo.
A lo largo de la historia, el Alcázar ha sido el escenario de diversos acontecimientos relacionados con la Corona española. Entre 1363 y 1365, como sede de la corte castellana, fue visitado por los diplomáticos de la corte de Granada Ibn Jaldún, filósofo, e Ibn al-Jatib, cronista y poeta, para firmar un tratado de paz con el rey don Pedro.
En 1367 el príncipe de Gales envió a los diplomáticos ingleses Neil Loring, Richard Punchardoun y Thomas Balastre a este Alcázar para encontrarse con don Pedro y cobrar unos pagos.
En 1477 los Reyes Católicos llegaron a Sevilla, utilizando el recinto como aposento, y un año después, el 14 de junio de 1478, nació en el palacio su segundo hijo, el príncipe Juan. Se conoce que este parto real fue asistido por una partera sevillana conocida como "la Herradera" y que contó con la presencia, como testigos designados por el rey Fernando, de Garci Téllez, Alonso Melgarejo, Fernando de Abrejo y Juan de Pineda, según marcaban las normas castellanas, para disipar la menor duda de que el hijo era de la reina. En 1526 se celebró en el Alcázar la boda de Carlos I con su prima Isabel de Portugal.
En 1823, con motivo de la intervención militar de los Cien Mil Hijos de San Luis, la familia real, con Fernando VII a la cabeza, residió en Sevilla durante dos meses, en los que el Alcázar sirvió de residencia real. Coincidiendo con esta estancia real, el 17 de abril de 1823 nació en la ciudad, el infante Enrique de Borbón y Borbón, hijo del infante Francisco de Paula de Borbón y Luisa Carlota de Borbón, y al que el rey Fernando VII le concedió, algunos días después de su nacimiento, el título de duque de Sevilla.
HORARIOS
Horario de octubre a marzo: De lunes a domingo, acceso de 09.30 a 17.00 h. Desalojo a las 17.45 h. Monumento cerrado a las 18.00 h.
Horario de abril a septiembre: De lunes a domingo, acceso de 09.30 a 19.00 h. Desalojo a las 19.45 h. Monumento cerrado a las 20.00 h.
Cerrado los días 1 y 6 de enero, Viernes Santo y 25 de diciembre.
PRECIOS
Entrada general: Comprende esta entrada la visita a la planta baja de los Palacios y Jardines Del Real Alcázar. 11,50 €.
Entrada Especial al Cuarto Real Alto: Esta entrada se limita a la visita parcial organizada al Cuarto Real Alto situado en la parte superior del Palacio del Rey Don Pedro. 4,50 €
Tarifa General: entrada gratuita para nacidos o residentes en Sevilla capital, menores hasta 16 años de edad (acompañados de una persona mayor de edad), personas con discapacidad, todos ellos previa presentación de la documentación acreditativa, y desempleados de la provincia de Sevilla, acreditados con la tarifa de desempleo en vigor.
Entrada reducida para pensionistas y estudiantes de 17 a 25 años (previa presentación de la documentación acreditativa): 3 euros
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